A finales del mes de julio, la NEA publicó un estudio con estudio «Long-Term Operation of Nuclear Power Plants and Decarbonisation Strategies».
En este estudio se señala la importancia de la flota actual de reactores nucleares en funcionamiento, para mantenerse dentro de los objetivos de descarbonización fijados a nivel internacional. Hay que señalar que dichos reactores han operado de media 31 años, y que cerca del 30% se encuentran ya trabajando en condiciones de «operación a largo plazo». La energía nuclear puede proporcionar a los países una serie de beneficios socio-económicos a través de un suministro eléctrico más asequible y seguridad de suministro. Sin embargo, en algunas regiones se están cerrando reactores nucleares antes de lo previsto debido a decisiones políticas y presiones del mercado.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, el estudio toma un enfoque holístico para identificar los factores clave que llevan a la operación a largo plazo de los reactores nucleares. El atractivo de la operación a largo plazo radica en su madurez técnica, la competitividad en costes y la facilidad de implementación. Se trata de una opción muy valiosa para apoyar la transición energética a la vez que se minimizan riesgos potenciales.
Pueden acceder al estudio (en inglés) a través de este enlace.