La compañía estadounidense, que opera seis unidades para las eléctricas Alabama Power y Georgia Power, dice estar estudiando el potencial de los combustibles con alta tolerancia a accidentes (ATF), con mayores enriquecimientos y grados de quemado respecto a los diseños existentes. El objetivo que Southern Nuclear persigue con esto es extender los ciclos de operación de dos de sus unidades hasta los 24 meses, como pronto, en 2026.
En una presentación de Southern Nuclear dentro de la conferencia anual de World Nuclear Fuel Market, Rob Szollosy, jefe de suministro de combustible nuclear de Southern Nuclear, señaló que dicho cambio se podría implementar en las unidades 1 y 2 de su central nuclear de Vogtle, en Georgia. En dicha central, además, se construirán las dos primeros reactores comerciales en las últimas tres décadas en EEEU, de tipo AP1000
Szollosy informó de que aún no se ha tomado una decisión respecto esto, pero se refirió a un estudio que muestra un potencial ahorro en costes si se efectúa la transición a combustibles ATF, dado que permitiría ciclos de operación más largos.
La Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos (NRC) estudia llevar a cabo un proceso basado en los riesgos para licenciar combustibles de alto quemado, definidos como aquellos con un grado de quemado superior a 75 GW-d/MtU, los cuales se incluyen dentro de los diseños de combustible ATF.
El combustible con alta resistencia a accidentes está diseñado para soportar periodos más largos sin ser refrigerado, dando más tiempo a los operadores de la central para responder ante un accidente. Distintos fabricantes de combustible en el mundo están desarrollando sus diseños de ATF.
Southern Nuclear ha estado ensayando distintas fórmulas de ATF de tres proveedores distintos en barras de test en sus centrales de Vogtle y Hatch. De acuerdo con Szollosy, a partir de 2023 podrían cargar los primeros elementos combustibles de prueba en el núcleo de un reactor de la compañía.
Si bien se estima que los costes totales se verían reducidos, Szollosly apuntó que, según el análisis realizado por Southern Nuclear, podría haber costes adicionales para conseguir niveles de enriquecimiento del combustible cercanos al 5%. Las empresas de enriquecimiento han comentado que enriquecer el uranio más allá del 5% presenta problemas desde el punto de vista regulatorio y de licenciamiento; no obstante, varias de estas compañías han dicho que esperan poder proporcionar enriquecimientos de hasta el 10% en los próximos años, como consecuencia de un creciente interés por parte de los compradores.
En el siguiente enlace (en inglés) se puede consultar más información sobre las actividades de licenciamiento de ATF llevadas cabo por la NRC.